El Espía

Harold Kremer*


El atlas de fray Ubertino era el más exacto de todos los mapamundis de finales del año 1244, de nuestra era del Señor. Ubertino iba a las tabernas y puteaderos a hablar con marineros para que le platicaran del mundo, de los caminos, de las novedades que anotaban en bitácoras o guardaban en su memoria. Al monje todo le interesaba. Y el atlas crecía.

A los 87 años, a punto de morir, sin que le llegaran datos nuevos, fray Ubertino dio por terminada su labor. Cerró los ojos y una voz angelical le dijo que tenía que levantar el mapa del infierno. Ubertino respondió que era imposible levantar ese mapa porque él, creyente fervoroso como era, iría directo al cielo.

— Lo mereces más que nadie — le dijo la voz—, pero necesitamos ese mapa para mostrar los castigos a los hombres, para que sientan temor de Dios.

—Pero… ¿cómo entraré al infierno si mi alma es pura? Al saber quién soy el diablo no me dejara entrar.

—Entrarás como Ubertino, el Tuerto, pirata de mar, esclavista en África y traficante de especies y mujeres.

Y enseguida fray Ubertino se vio convertido en el Tuerto, caminando por el camino amplio que conduce al infierno. La voz lo detuvo y le dijo:

—Toda tu vida ha sido un entrenamiento para esta misión. Dentro de 60 años tendrás 8 días de asueto. Irás a Verona y levantarás el mapa. Luego lo entregarás a un hombre llamado Dante Alighieri.

En el año 1304 de nuestra era del Señor, Ubertino , el Tuerto, cumplió su misión. Y la voz angelical le dijo:

—Ahora sí mereces el cielo.

—No —dijo—. En el cielo también hay espías del infierno y dicen que es un lugar aburrido. En cambio el infierno está lleno de piratas, traficantes y putas, gente que ha recorrido el mundo y cuenta muchas historias. Son muchos los mapas que he levantado en mi cabeza. Y, entonces, Ubertino, antes monje, ahora el Tuerto, sonriente y feliz empezó a marchar por el camino amplio que conduce al infierno.

* Escritor nacido en Guadalajara de Buga (Valle del Cauca). Ha sido ganador de varios concursos nacionales de cuento. Sus cuentos aparecen en varias antologías del género editadas en Colombia, Estados Unidos, Francia, España, Argentina, México y Alemania. Es cofundador, en 1980, de la primera revista hispanoamericana de mini- cuento, Ekuóreo. Sus dos últimos libros son la novela El color de la cera en su rostro (2014, Universidad de Antioquia) y el libro de cuentos Patíbulo, (2015, Deriva).