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En nuestros días lo que la literatura no representa lo hacen otros medios. Ella parece relegada a las escuelas de literatura y a un puñado de personas que se escaparon de la masificación educativa de las ciencias puras y de las disciplinas en apariencia más útiles. Disciplina centrada en la palabra creativa, parece ser rebasada su poiesis por los que la estudian, enfocados en perspectivas que unas veces la encienden y otras, apagan su poder poético. Sin embargo, hay algo que puede representar la literatura y que otros medios no lo pueden hacer: concebir el legado del mundo una vez reaparece la gruta de Platón. Una vez estamos de regreso a la caverna, la literatura es el rezago, el vestigio de lo que vimos a cielo abierto, el mensaje de los que afuera se debaten por no morir de calor, a manos de los puñales y de la falsedad convertida en moneda corriente. Es el cuento para vivir en la oscuridad de los vientos y las atmósferas agotadas. Para prender una vela en medio del desconcierto y velar por el resto de imaginación que no han conquistado las series televisivas, los relatos noticiosos, las plegarias de los sacerdotes infames.
- Álvaro Bautista Cabrera, Cuentos que no despiden la ficción humorística. A propósito de Cómo hablar de lo indecible con alguien imposible, de Karolina Urbano , Poligramas: Núm. 50 (2020): Poligramas 50 - Enero/Junio 2020
- Álvaro Bautista Cabrera, Editorial , Poligramas: Núm. 52 (2021): Poligramas 52 - Enero/Junio 2021